Por Iván Acosta
¡Hola, qué tal!
Nueva York. Para Crismerly Osorio Anderson, cada dólar cuenta, especialmente a la hora de comprar huevos. Debido al aumento exorbitante de su precio, la venta por unidad se ha vuelto común en las tiendas de Nueva York, donde este producto básico se ha convertido en un lujo.
El rebrote de la epidemia de gripe aviar en Estados Unidos ha diezmado a más de 26 millones de gallinas ponedoras desde principios de año, provocando un incremento significativo en los precios.
Además de su lata de refresco, Anderson, una joven desempleada de 24 años, compró tres huevos blancos en una bolsa de plástico por 2.90 dólares.
«Es más barato comprarlos así. Una caja de doce es demasiado cara», confesó, algo avergonzada, esta residente del barrio obrero del Bronx.
En la megalópolis, el precio medio de una docena de huevos alcanzó los 8.47 dólares, según un estudio publicado el jueves. Sin embargo, en algunos supermercados el precio llega hasta 15 dólares.
Una alternativa ante la crisis
Este aumento representa un duro golpe para la clase trabajadora, ya afectada por la inflación.
A Radhames Rodríguez se le ocurrió la idea de vender huevos por unidad cuando los clientes empezaron a decirle que «ya no podían permitirse» comprar una caja entera.
«Están muy caros. Llevo en este negocio cuarenta años y nunca había visto el precio de los huevos tan alto», comenta el dueño del Pamela’s Green Deli, la tienda barrial donde Anderson hace sus compras.
En su pequeño establecimiento, ubicado bajo unos altavoces con música latina, el mostrador exhibe cigarrillos, golosinas, medicamentos… y ahora también huevos por unidad.
«Los huevos son un producto que todo el mundo necesita para alimentar a su familia, especialmente en este barrio pobre. Comprendo lo difícil que les resulta pagar este precio», señala Rodríguez, quien porta una gorra de la Asociación de Bodegas de Estados Unidos, de la cual es presidente.
Una ciudad en busca de soluciones
En Nueva York, la ciudad más grande y rica de Estados Unidos, donde más de un cuarto de la población vive bajo el umbral de la pobreza, la crisis de los huevos ha obligado a muchos a buscar soluciones alternativas.
En las redes sociales abundan videos de puestos improvisados con mesas de jardín donde se revenden huevos.
El viernes por la noche, en el barrio de Brooklyn, varias empresas distribuyeron una caja gratuita por persona, generando largas filas.
«El precio de los huevos está por las nubes y, en un momento como este, es nuestro deber y nuestra responsabilidad hacer que este producto sea accesible», declaró a una televisora local el dueño de Prince Abou Butchery, una carnicería en Queens que participó en la distribución gratuita.
Factores que explican la crisis
Además de la epidemia de gripe aviar, los precios han alcanzado un «máximo histórico», debido a que la cadena de suministro estadounidense depende en gran medida de un único productor a gran escala, según el Hunter College Centre for the Study of Food de Nueva York.
A nivel nacional, los precios de los huevos se han duplicado en un año (+96%), según estadísticas oficiales. Ante esta situación, la oposición demócrata ha solicitado una investigación parlamentaria.
El gobierno ha indicado que mantiene conversaciones con varios países para importar huevos y así hacer frente a la escasez.
Rodríguez espera que los precios comiencen a bajar para dejar de vender huevos por unidad. Sin embargo, advierte que no es el único producto de primera necesidad que ha aumentado su precio.
«Lo de los huevos es una locura. Pero los precios de otros productos suben cada día», asegura.
De hecho, el aguacate en trozos, envuelto en plástico, también ha encontrado un lugar en su mostrador, junto a los huevos.
Otra clienta, Shquanma Lyttleton, debe elegir entre ambos productos y opta por el aguacate.
«A veces solo te quedan tres dólares para comer», explica esta joven afroestadounidense de 24 años.
¡Hasta la próxima, amigos!